DESCUBRE COREA DEL SUR: BUSÁN
(Templo de Beomeosa)
Una importante urbe ubicada a orillas del mar, cuyo marisco goza de buena fama entre los coreanos.
Este templo es uno de los mayores templos en la región de Yeongnam, junto con el templo de Haeinsa y el templo de Tongdosa. Situado en la cresta de una montaña famosa de Busan, el monte Geumjeongsan, fue construido por el monje budista Uisang hace 1300 años.
El entorno del templo es mágnifico, bosques y valles convierten a este lugar en un rincón tranquilo a poca distancia del ruido y ajetreo constante de Busan.
Puedes ir en autobús o a pie, pero recomiendo la primera opción, ya que es agotador ir a pie,si tienes suerte y vas en la fecha de la celebración del cumpleaños de Buda en Haedong Yonggungsa, encontrarás todo lleno de faroles de colores.
Para llegar al patio principal hay que subir por la ladera de la montaña y pasar bajo tres puertas: Jogyemun, Cheonwangmun y Burimun. En la segunda de ellas hay dioses iracundos de ojos saltones que se pueden ver en los templos budistas de Japón y Corea. Son los Nio y resultan fácilmente reconocibles por su apariencia claramente amenazadora, y es que están allí para espantar a los malos espíritus, demonios y ladrones. Una leyenda cuenta sobre ellos que acompañaron y protegieron al Buda cuando viajó por India.
Cruzadas todas las puertas se alcanza el Pabellón Bojeru, una preciosa estructura que ofrece preciosas vistas y que da acceso al patio principal de Beomeosa.
Al llegar al primer patio de Beomeosa lo primero que verás sobre tu cabeza será un mar de faroles, lo cual sin duda es muy pintoresco. Allí está en Pabellón Daeungjeon, el más delicado del templo. Está dedicado a Buda Shakyamuni cuya figura aparece en el interior flanqueadada por las de Buda Maitreya y Buda Dipamkara. También en este patio está el Pabellón de la Campaña, el hall Biroejon, el hall Mireukjeon y una pagoda de tres alturas, algo muy habitual en los templos coreanos como lugar donde guardar reliquias.
Al llegar al primer patio de Beomeosa lo primero que verás sobre tu cabeza será un mar de faroles, lo cual sin duda es muy pintoresco. Allí está en Pabellón Daeungjeon, el más delicado del templo. Está dedicado a Buda Shakyamuni cuya figura aparece en el interior flanqueadada por las de Buda Maitreya y Buda Dipamkara. También en este patio está el Pabellón de la Campaña, el hall Biroejon, el hall Mireukjeon y una pagoda de tres alturas, algo muy habitual en los templos coreanos como lugar donde guardar reliquias.
Recorrido todo el recinto, no hay que olvidarse del Museo del Budismo que se ha instalado en uno de los pabellones más grandes del templo Beomeosa ubicado junto al parking. No hay nadie que vigile (como ocurre en casi todos los lugares de Corea) y tan solo es necesario descalzarse para acceder al interior. Allí uno puede ver pinturas y todo tipo de objetos relacionados con las celebraciones budistas, alguna de las cuales se muestra en un vídeo que se ofrece nada más entrar al pabellón. No se pueden hacer fotos y no hay que olvidar mirar al techo, el cual luce espléndido y luminoso.
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