DESCUBRE COREA DEL SUR : GYEONGJU

DESCUBRE COREA DEL SUR :  GYEONGJU

Tumba Daereungwon o del Caballo Celestial

En Taejong-ro, a ambos lados de la calle, se pueden ver amplias extensiones de césped en los que sobresalen los montículos bajos los que están enterrados los gobernantes de aquella dinastía. No son otra cosas que algunas de las tumbas de los gobernantes de la dinastía Silla. Si uno no sabe que eso son tumbas ni lo imaginará. Parecen formar parte sencillamente de amplias praderas de hierba. Y es que la tumba se construía de piedra que posteriormente se cubría por completo de tierra. 
En un lado de la calle hay varias tumbas en espacios abiertos. Es casi un lugar para jugar, hacer volar las cometas o sentarse a charlas en algún banco. Al atardecer se puede ver desde allí cómo el sol desaparece tras los edificios de Gyeongju.
Las tumbas del otra lado de la calle está el parque Daereungwon. Es un recinto cerrado dentro del cual hay 23 tumbas de monarcas y nobles de la dinastía Silla. Estas tumbas se mantienen y cuidan en el exterior. Pero no se puede acceder a ellas. Forman parte del bonito paisaje del parque. Sin embargo en este parque está la única de las casi 200 tumbas de los Silla abierta al público. Es la tumba Cheonmachong o del Caballo Celestial. Es una de las más antiguas, y junto a la tumba Hwangnamdaechong, una de las más grandes.  Dentro de la tumba se encontraron miles de reliquias y algunas coronas, pero todo está en el museo de la ciudad. Son una valiosa muestra de la vida en aquella época y una oportunidad de descubrir lo que esconden en el interior estos túmulos.


Observatorio Cheomseongdae

En un parque enorme con cuidadas praderas verdes se puede ver el observatorio astronómico más antiguo de Asia. A simple vista la verdad es que deja bastante indiferente. Parece algo así como una chimenea grande. Su altura no alcanza los diez metros de altura y se utilizaron en la construcción 362 piedras que representan los 362 días del años lunar.
No muy lejos del observatorio hay otro lugar bastante curioso: Seokbinggo. Se trata de una construcción semi enterrada que se utilizaba para la conservación del hielo. Está hecha de piedra y cubierta de hierba, como las tumbas de los Silla. Aunque no se puede acceder al interior si se puede curiosear por la ventana que tiene la puerta.



Estanque Anapji

Este precioso estanque en el que nadan multitud de peces de colores es el lugar en el que se refleja lo que queda del Palacio Donggung. Unas excavaciones sacaron a la luz cinco de las torres del palacio. Y también el estanque, centro del que fue el jardín más grande del Reino Silla. Hoy en sus aguas nadan multitud de peces y el lugar es sin duda uno de los más atractivos y fotogénicos de Gyeongju.


Gyochon Hanok Village

La aldea es un puñado de hanoks que se pueden visitar sin pagar entrada. Algunas de las casas se han convertido en talleres de artesanía, otras en heladerías o pequeñas tiendas. Otras casas permiten al visitante deambular por el recinto de un lugar que lleva habitando la misma familia varias generaciones.


Mercado Seongdong

En Gyeongju hay varios mercados, pero el más grande es Seongdong. Merece la pena darse una vuelta por él, sobre todo por la mañana cuando está en plena actividad. Sus puestos de comida empiezan en la calle y continúan en un gran edificio. En todos ellos son casi siempre mujeres las que atienden al cliente. En muchas casos señoras muy ancianas que pasan el día sentadas ante las verduras de su huerto esperando con ello ganar unos wones.
El mercado abrió sus puertas en 1971, desde entonces ca ofrece diversos cultivos, hortalizas, frutas y mariscos producidos en Gyeongju y áreas cercanas de los precios relativamente bajos. Mercado Seongdong se estableció en 1971 y abre cada mañana desde bastante temprano.


Casco antiguo de Gyeongju

Al sur de las estaciones de autobús y al oeste de la Tumba Daereungwon se encuentra un conjunto de antiguas casas que forman un reducto de vida tradicional en la actual Gyeongju. Son apenas seis calles que se pueden recorrer en un breve paseo. Entre sus pequeñas casas se puede ver una escuela, algún templo y hanoks reconvertidos en atractivos hoteles o spas.

Aquí la vida sigue como siempre. Las mujeres van a comprar para preparar la comida del día, los hombres pasean en bicicleta y los niños juegan mientras se dirigen a una escuela tras la cual todo lo que se ven son arrozales.

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